Homenajes Mariano Haro

Mariano Haro (DICIEMBRE 2008)
Lección de atletismo puro y duro, atletismo del de antes, fue la que el mítico atleta español Mariano Haro, nacido en Becerril de Campos (Palencia) hace 68 años, dio el pasado lunes en el homenaje que recibió por parte del Club de Atletismo Valle de Mena.
Celebrado en el patio de butacas del Cine Amania, Haro explicó a todo el público presente en el entrañable acto que «el secreto del éxito está en el esfuerzo, la humildad y el trabajo en equipo».
El atleta palentino, muchos años campeón de España de campo a través y con un cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Múnich, en 1972, como su resultado internacional más destacado, habló largo y tendido sobre sus experiencias del pasado y retrató lo duro que era ser profesional del atletismo en los años 60 y 70.
Para ilustrarlo, relató una curiosa anécdota con el maratoniano Martín Fiz. «En cierta ocasión me hizo una entrevista y yo le pregunté a él cual había sido la máxima cantidad de dinero que había cobrado por ganar una prueba. Me confesó que en Japón le dieron 44 millones de pesetas por ganar la maratón, cantidad muy distinta a la mayor bolsa que logré yo en toda mi carrera y que fue de 60.000 pesetas. Entonces, un sueldo medio oscilaba entre las 20.000 y las 30.000 pesetas».
Premios curiosos:
Mariano Haro recordó igualmente qué tipo de premios eran habituales en aquellos años. «Yo llegué a recibir un televisor, una lavadora y hasta una escopeta. Esta me la dieron en Bélgica y tuve que desmontarla para poder pasarla por la aduana en Irún».
Además, aludió a la carrera de la olimpiada de Múnich, en la que se impuso el finlandés Lasse Viren y él fue cuarto. «Viren se cambió la sangre para ganar, algo que reconoció poco después. Hasta ese día yo le había ganado siempre, así que me sorprendió que en Múnich estuviera tan bien».
La charla-coloquio con Mariano Haro estuvo moderada por el periodista José Manuel Cámara, que le preguntó si él se hubiese puesto bajo la supervisión del ‘doctor Pastillas’ para poder ganar una medalla olímpica. Haro fue rotundo: «Mi única droga fueron los cocidos de garbanzos».
Este ha sido el octavo homejane a atletas realizado por el Club Valle de Mena, que anteriormente agasajó a José Manuel Abascal, Martín Fiz, Abel Antón, Fermín Cacho, Mayte Zúñiga, Purificación Santamarta y Javier Conde.